Con el último pitido del árbitro, hemos llegado al final de una pretemporada llena de intensidad, esfuerzo y crecimiento. A lo largo de estos partidos, no solo hemos competido al máximo nivel, sino que también hemos reforzado algo mucho más importante: el equipo se ha consolidado como una verdadera familia.
A pesar de que los resultados no siempre fueron los esperados, el equipo ha sabido enfrentarse a rivales de categorías superiores, demostrando que, con cada partido, hemos mejorado nuestro juego. En cada encuentro, el compromiso, la entrega y la unidad de los jugadores quedaron patentes, luchando hasta el final y mostrando un progreso constante.
El desafío de enfrentarnos a equipos más experimentados ha sido una oportunidad para aprender y elevar nuestro nivel de competitividad. Ahora, el equipo está más preparado que nunca para dar un paso adelante.
Con la pretemporada concluida, ya estamos enfocados en lo que viene: el inicio de la liga. Los entrenamientos ya han comenzado, y con la misma pasión y dedicación que nos ha caracterizado, estamos listos para enfrentar nuevos retos y seguir creciendo como equipo.
Gracias a todos los que nos han apoyado a lo largo de esta pretemporada. ¡El próximo capítulo promete ser aún más emocionante!